De cómo conseguimos nuestro terreno
Durante años ACERCAR, buscó la posibilidad de conseguir un terreno en donde construir su sede propia, sin embargo el tiempo que pasaba daba cuenta de la dificultad de lograrlo sino era con mayor gestión y organización.
A partir del año 2008 y golpeados por la realidad, nos propusimos trabajar a mediano plazo y reorganizarnos como Institución. También desde ese momento logramos implementar un sistema propio para generar recursos económicos, y al hacerlo nos propusimos firmemente destinar la mayor parte de eso para concretar nuestra futura casa.
Comenzamos entonces fundamentando nuestro pedido, y corroborando con la realidad de nuestra ciudad el por qué era necesaria la construcción no sólo de nuestra sede sino además de a cuántas personas favorecería, para qué serviría, qué servicios brindaríamos, cómo se beneficiaría a la ciudad, cómo lo construiríamos, quienes participarían, etc, etc; en síntesis redactar un nuevo Proyecto específico y también escrito acerca de lo que queríamos y cómo lo queríamos.
Así fue que llevamos nuestra propuesta a una empresa privada que nos escuchó y nos exigía de manera tal que cada vez nuestro pedido se hacía más sólido y sin fisuras, pero sin embargo el tiempo pasaba y aunque siempre estábamos a sólo unos meses del traspaso o donación, o compra simbólica del terreno que solicitábamos, nunca lográbamos concretar. En el medio, algunos de nuestros "chicos" nos iban dejando.
Aclaramos que solicitábamos una donación o su similar, porque era el camino que otras instituciones habían seguido con resultado positivo, pero además porque el negocio inmobiliario de la ciudad nos hacía casi imposible mantener tres posibilidades: compra de terreno, pago de sueldos, y conseguir fondos para construir.
Mientras sucedía esta negociación con la Empresa, que ya llevaba más de un año, aparece el Municipio ofreciéndonos una casa que de acuerdo a los números de la realidad era demasiado pequeño como para llevar adelante un proyecto que acompañe el crecimiento de la ciudad en materia de discapacidad.
Seguía pasando el tiempo, y cambiaban los actores que tenían que decidir sobre la primera negociación iniciada; esto nos retrasaba nuevamente, sin embargo al cabo de unos meses aparece otra vez el Municipio ofreciendo un terreno significativamente más grande, y a la altura de otras donaciones similares ya realizada a otras instituciones. Esta vez sí era la oportunidad que estábamos esperando, y sin dudar aceptamos.
Para entonces, cada letra de lo que significa la palabra donación, estaba suficientemente fundamentada como para que no quedaran dudas de que ACERCAR había iniciado un proceso de fortalecimiento institucional acorde a la calidad de vida que proponía para el desarrollo de las personas con discapacidad.